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Trump habla ante republicanos en California; hubo protestas




 CALIFORNIA.- Donald Trump llevó el viernes su campaña al bastión del Partido Republicano en California, donde habló directamente ante la convención estatal de esa fuerza política aun cuando afuera del recinto había protestas en su contra.

Trump pronunció un discurso de unos 30 minutos en un hotel en esta localidad situada a las afueras de San Francisco.

El proceso de selección del candidato presidencial republicano avanza hacia su conclusión en el estado más poblado y más diversos de la nación, y el cual, con 172 delegados en juegos en las primarias del 7 de junio, podría decidir la contienda.

El multimillonario dijo a los miembros de esa fuerza política que es necesario que se unan ante las divisiones que ha causado el proceso interno, pero también emitió una advertencia.

"Debe haber unidad en nuestro partido", declaró Trump. "¿Podría yo ganar —puedo yo ganar— sin él? Creo que sí, para ser honesto con ustedes, porque van a votar por mí", no por el partido, agregó.

Los partidarios de Trump acapararon los boletos para asistir a la comida y lo aclamaron efusivamente desde un círculo de mesas alrededor del perímetro del salón de eventos. Sin embargo, el discurso de Trump tuvo una recepción más fría entre los donantes y miembros más antiguos del partido que estuvieron sentados precisamente abajo del escenario, al que separaba una cuerda del resto del salón.

"Todos escuchamos respetuosamente", dijo Gregory Gandrud, activista y donador procedente del condado Santa Barbara y quien apoya al gobernador de Ohio, John Kasich.

Kasich tenía previsto pronunciar un discurso el viernes en la noche ante la convención, en tanto que el senador Ted Cruz y su compañera de fórmula Carly Fiorina, lo harían el sábado.

Los tres precandidatos buscan animar a sus simpatizantes, atraer a los indecisos del partido o robar electores a sus contrincantes.

"Va a ser una lucha sin reglas", pronosticó la vicepresidenta estatal del partido Harmeet Dhillon.

En tanto, centenares de manifestantes avanzaron hacia la puerta frontal del Hyatt Regency pero fueron echados para atrás por la policía provista con equipo antidisturbios. Algunos manifestantes se infiltraron en el hotel y colgaron una enorme manta que decía "Paren el odio".

El Servicio Secreto escoltó a Trump para que ingresara por la puerta trasera del hotel. El magnate dijo en broma que "sentí como si estuviera cruzando la frontera".

Ya es imposible que los contrincantes de Trump lo alcancen en número de delegados en lo que resta del proceso interno. Su única esperanza es impedirle que logre una mayoría de delegados antes de la convención de julio, en la que buscarán disputarle la candidatura presidencial en las diversas rondas de votación.

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